Jesús Chicharro, el vino y la literatura.

Para acercanos a este producto tan nuestro, como si de una cata se tratara, que nos anticipe el contenido del Café, hemos entrevistado a Jesús.
1- Para
comenzar, ¿podrías explicar qué es un sumillier y que dotes tiene que poseer
para ejercer esta profesión?
La palabra
sumiller es la castellanización de la francesa sommelier. Designa al encargado
de los vinos. Dentro de esa función tan general del sumiller el cometido, que a
mi juicio es el de mayor importancia sin duda, es el de catador. Lo que en época
cervantina se denominaba “mojón”. El sumiller no nace, se hace. No tiene unas
dotes especiales. Solo entrenamiento y pasión por lo que hace.
2- El
vino siempre ha estado presente en la mesa de los españoles, pero ¿crees que se
le da la relevancia cultural que tiene un producto tan arraigado a la dieta
mediterránea? El vino, como el arte o la literatura, es un
producto eminentemente cultural. Ocurre que a veces olvidamos nuestros orígenes,
nuestros ancestros, nuestra historia y nuestras tradiciones. Olvidamos, en
definitiva, nuestra cultura. Es evidente que debemos “reculturizarnos” en muchos
aspectos y uno de ellos es el vino.
3- ¿Qué
características tiene que poseer un buen vino? Ser reflejo
de la tierra de donde proviene, de la fruta de la que procede y de las manos que
lo elaboran. En otras palabras: que tenga su propia personalidad.
4- Se
considera el buen vino un producto de lujo. ¿No impide este estatus que sea
aceptado mejor por los jóvenes, que parecen consumir otro tipo de bebidas
alcohólicas? Por una parte, considerar el buen vino como un
producto de lujo es un error conceptual. El vino, el buen vino, es siempre un
producto humilde, honesto y artesano. Económicamente asequible para
cualquiera o al menos tan asequible como otras bebidas alcohólicas.
Por otra parte
creo que la poca aceptación que tiene el vino por parte de la juventud se debe
más a una falta de comprensión del producto y a que es percibido como algo
reservado a ciertas élites socio-culturales.

5- Vino
y literatura: coméntanos algo sobre este maridaje. El
vino existe desde que el hombre es hombre. Y desde que el hombre es hombre la
literatura ha sido vehículo de divulgación de su deambular en este mundo,
testimonio de sus inquietudes y de sus certezas. A su vez el vino ha sido
elemento esencial de sociabilización, consuelo de sus desdichas y premio de sus
alegrías, inspirador de artistas y escritores, Y como no podía ser de otra
manera, el ser humano dejó constancia de este milagro de la naturaleza que es el
vino ya en la primera obra literaria que se conoce. Y si no, que se lo pregunten
a Gilgamesh
Para profundizar más e, incluso, probar el delicioso vino de La Casa de Monroy, os esperamos el 25 de septiembre en el Centro Social de Covibar. Avd. del Deporte s/n. en Rivas, a las 20 horas.
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