LEER UN CUADRO: Niños comiendo uvas y melón, de Bartolomé Esteban Murillo.
Óleo sobre lino. Alte Pinakothek, Múnich, Alemania. Para cualquier divulgador cultural las conmemoraciones suponen la mejor excusa para volver a traer a la actualidad a los protagonistas de la Historia y del Arte. Hace cuatrocientos años, con el inicio de 1618 un niño fue bautizado en la ciudad de Sevilla con el nombre de Bartolomé, de apellidos Esteban y Pérez, al que el mundo conocería como Murillo, uno de los pintores más virtuosos del Barroco español, estilo que ha dado grandes nombres a los lienzos hispanos. Sus tres esuelas más importantes: la valenciana, la sevillana y la madrileña han puesto firmas a las obras con nombres tan relevantes como Ribera, Ribalta, Zurbarán, Claudio Coello y, como no, Velázquez. A pesar de que Murillo es conocido sobre todo por sus "Inmaculadas" , cuya iconografía ha quedado impresa en la retina de todos al pensar en esa advocación mariana, no son sus cuadros religiosos lo que acapara nuestra intención en este análisis, siendo c
Comentarios
Publicar un comentario