Siempre es ahora cuando te pienso, de José Antonio Verdasco (Ediciones Ondina)

Género: poesía . Edición: Ediciones Ondina, marzo,2018. 65 páginas


AHORA Y SIEMPRE


No es fácil escribir un prólogo a un libro, nunca, y menos cuando se trata de un libro de poesía.
Entonces hay que iniciar un viaje casi de espeleólogo, o comenzar una operación de cirujano y abrirse paso, con un  tiento exquisito, entre los versos, para descubrir lo que cada poema nos dice, que a veces puede, o no, coincidir con lo que el poeta quiere significar.

En el caso del poemario que tienes entre tus manos, mi querido lector, el reto para esta editora ha sido grande. No porque haya la menor duda de  la calidad del mismo, sino porque nos presenta tanta cantidad de emociones que apenas deja aliento al comentario.
Siempre es ahora cuando te pienso, la primera obra poética de su autor, el extremeño José Antonio Verdasco, es un canto a la tragedia, al desamor, al lado oscuro y a veces oculto del ser humano, que sufre, se muere y resucita en la agonía de una madrugada.

La primera vez que tuve la oportunidad  de leer algunos de los versos que conforman este libro, sinceramente, me sentí conmovida. Estaban impregnados de esa belleza que nos puede atraer al asomarnos al abismo para contemplar en el fondo lo que hemos perdido, lo que ya no queremos, pero que, sin embargo nos sigue atrayendo, en una especie de fascinación infernal, que nos impide no seguir intentándolo una vez y otra, aunque nos sintamos perdidos e indefensos.

Muchos de los versos que van componiendo la poesía de José Antonio Verdasco son crudos, descarnados, casi sangrantes, pero no por ello exentos de delicadeza.  Contienen en su interior el germen de lo que pudo haber sido, de algo hermoso que no terminó de brotar; o de, por el contrario, de aquello que se marchitó y que compone un conjunto de flores secas de las que todavía podemos percibir su tenue aroma.

El poemario también es un viaje, un viaje duro, lleno de recovecos, de lugares oscuros, de un camino que en ocasiones se transforma en la vereda que tuvo que recorrer Orfeo en su bajada al Hades en busca de su amada esposa, o en aquel que el propio Dante holló para llegar a los nueve círculos infernales y encontrarse en el último con el propio Lucifer.

Todos los poetas, alguna vez, han de vivir su infierno, aunque sea habitando un desierto de besos calcinados, cenizas de un amor sacrificado en su propio altar de olvido. Altar en el que ha construido el poeta su poemario. Porque, aunque sea un libro que respira en muchos momentos dolor, no deja de ser un libro que en cada página desprende pasión, anhelo y esperanza, aunque esta última sea tan tenue como el hilo de plata que asoma por el horizonte un día de invierno.

Para José Antonio Verdasco el pensamiento y el sentimiento permanecen en ese ahora-siempre del título, porque el tiempo y el ser, esos dos titanes devorándose eternamente, no pueden dejar de conformar las dos caras de la moneda de su propia poesía.

Versos duros, pero también valientes. En este poemario el autor no duda, no solo en desnudarse emocionalmente, sino, también, en arrancarse la piel de su poesía para mostrar sus sentimientos sin tapujos, sinceros y netos, como ha de ser en un buen poema: Desangrándome, delirando/busco con frenesí/los abrasados días/del paraíso extinguido.

Termino con la misma reflexión con la que comencé este prólogo. Difícil escribir sobre la poesía ajena, difícil, porque la que tendría que hablar es el alma, que en ocasiones no encuentra la palabra, sino el escalofrío, la lágrima o la sonrisa. Espero haber estado a la altura de los poemas de Siempre es ahora cuando te pienso.

Lean y  disfruten: es la poesía en estado puro.

(Prólogo al libro (c) Elena Muñoz)


Comentarios

  1. Magnífica reseña. Un buen libro y un gran poeta, aunque él siga llamándose discípulo. Quizás por eso crece.

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